Existió realmente Moisés

 


¿Existió realmente Moisés? ¿Existió realmente Jesús?

La respuesta corta es no. Aquel Moisés que protagoniza los relatos desde Éxodo a Deuteronomio jamás existió. Es un personaje literario, no histórico.

Según la tradición bíblica, Moisés era hijo de Amram, hijo de Coat, que 𝘀𝗲 𝗲𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗵𝗶𝗷𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗜𝘀𝗿𝗮𝗲𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗺𝗶𝗴𝗿𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗮 𝗘𝗴𝗶𝗽𝘁𝗼 en la época de la hambruna que padeció el patriarca Jacob. Esta genealogía es totalmente incoherente con una estancia de cuatrocientos años en Egipto. Si Moisés fue real, su historia contiene al menos una gran cantidad de inconsistencias como ésta.

El capítulo 2 del Éxodo dice que la madre de Moisés lo escondió haciendo una pequeña arca con los juncos del río Nilo donde fue descubierto por la hija del faraón que lo crio como si fuera suyo. Leyendas similares se encuentran asociadas a muchos otros personajes de la antigüedad, incluido el rey Sargón. La historia del nacimiento de Moisés es legendaria, copiada de héroes más antiguos, por sí solo el relato del nacimiento no favorece más bien atenta contra la historicidad de Moisés.


Ochenta años más tarde, Moisés dirigió al pueblo israelita en un gran Éxodo fuera de Egipto después de su estancia de 400 años y la esclavitud de los egipcios, y fue testigo de muchos milagros en el desierto. Mientras vagaba por el desierto, construyó el Arca de la Alianza como Dios le ordenó y recibió los Diez Mandamientos. ¿De dónde consiguió -en pleno desierto- la cantidad de madera suficiente para hacer un horno y transformar piezas de oro? ¿Acaso la ascensión a la Montaña para reunirse con Dios, verlo en su trono sentado en la cima y recibir la ley de su mano para trasladarla al pueblo no es el relato de Hammurabi recibiendo la ley? Y debo agregar que en este caso si es copy-paste (copia y pega).

Pasando de la tradición bíblica a las pruebas arqueológicas e históricas, no hay pruebas de que la nación israelita estuviera alguna vez en Egipto. Todo lo que esperamos encontrar en el Sinaí, después de que una nación entera pasara cuarenta años vagando, no se ha encontrado. Dado que todos los que salieron de Egipto siendo adultos debían morir antes de que los israelitas entraran en Canaán, deberíamos esperar encontrar al menos un millón y medio de tumbas, pero no encontramos ninguna de ese período. Pruebas arqueológicas concluyentes demuestran que no hubo una conquista unificada de las ciudades cananeas. Sin una conquista en Canaán, el Éxodo masivo no podría haber ocurrido. De hecho, incluyendo al célebre erudito israelí Israel Finkelstein, 95% de los eruditos afirman que no hubo un Éxodo de Egipto tal como se describe en la Biblia.

La conclusión es que Moisés fue un personaje que sólo existió en la leyenda y que su historia colmó el anhelo hebreo de un pasado grande y glorioso y proporcionó una explicación de la procedencia de los israelitas. Moisés no fue real en el sentido histórico.

Por otro lado, Jesús de Nazaret -aquel protagonista de los evangelios- también es un personaje literario, es un constructo teológico, No obstante la gran mayoría de los estudiosos modernos de la antigüedad coinciden en que el Jesús literario tuvo como base un Jesús verdadero, humano e histórico y este último SI habría existido. Los estudiosos difieren sobre las creencias y enseñanzas del Jesús histórico, así como sobre la exactitud de los relatos del Nuevo Testamento. Sin embargo, hay dos acontecimientos sujetos a un "consenso casi mundial": que Jesús fue bautizado por Juan el Bautista y que fue crucificado por orden del prefecto romano Poncio Pilato.

por: Cesar César Silva


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